Artrosis de la articulación del tobillo.

artrosis de la articulación del tobillo

La artrosis de la articulación del tobillo es una enfermedad degenerativa y distrófica de las estructuras del sistema musculoesquelético. Afecta al miembro inferior. Se considera una de las formas más comunes de artrosis: representa hasta el 30% del número total de casos de daño articular degenerativo-distrófico. El proceso patológico ocurre no solo en pacientes mayores. Aproximadamente una cuarta parte de los pacientes son personas menores de 40 años.

El trastorno se acompaña de dolor persistente y una disminución gradual de la función de la articulación y las extremidades inferiores. Sin tratamiento progresa y no desaparece por sí solo. El diagnóstico y tratamiento del trastorno es responsabilidad de un médico ortopédico (según la causa, interviene un traumatólogo, así como fisioterapeutas y fisioterapeutas).

Causas de la artrosis de tobillo.

La osteoartritis se considera una enfermedad polietiológica. Su desarrollo se produce como consecuencia de la influencia de un grupo de causas. Con la edad, aumenta la cantidad de factores que provocan enfermedades, de ahí la mayor probabilidad de que se produzca un proceso patológico. Pero no todo es tan sencillo.

Patogenia del trastorno.

causas de la artrosis de tobillo

Existen un grupo de causas de artrosis de tobillo, entre las más comunes:

  • actividad física irracional;
  • lesiones;
  • operaciones;
  • enfermedades metabólicas;
  • zapatos incómodos;
  • otras enfermedades del sistema musculoesquelético;
  • enfermedades reumatoides.

El estrés irracional puede ser el resultado del estilo de vida o de la elección de una profesión. Caminata constante, parado en un lugar, cargando objetos pesados, actividad intensa. Todos ellos son provocadores del proceso patológico a medio plazo (varios años).

Otro motivo son las lesiones, especialmente las fracturas intraarticulares, las dislocaciones y también los hematomas graves (en menor medida). La artrosis de la articulación del tobillo pasa desapercibida, pero progresa constantemente. A menudo los pacientes subestiman las consecuencias del trauma que han sufrido.

Las cirugías pueden provocar artrosis. Sin embargo, esta complicación es relativamente rara. Principalmente por una valoración incorrecta de la situación clínica. calificación insuficiente del médico.

Las patologías metabólicas, como la diabetes mellitus, pueden provocar un trastorno. Sin embargo, mucho más a menudo las causas de la artrosis del tobillo son la gota, así como los trastornos hormonales (por ejemplo, durante la menopausia).

Los zapatos incómodos son uno de los factores clave en el desarrollo del proceso patológico. El trastorno se desarrolla debido a una distribución inadecuada de la carga en el pie. Por lo general, se desarrollan trastornos complejos: no solo artrosis, sino también lesiones de la columna. Como mínimo: osteocondrosis. Pero también son posibles problemas más peligrosos.

Las propias disfunciones del sistema musculoesquelético también aumentan la probabilidad de un proceso patológico. Las hernias intervertebrales, la osteocondrosis y las enfermedades congénitas crean riesgos adicionales.

Las enfermedades reumatoides están representadas por artritis, lupus eritematoso sistémico. Las lesiones de carácter degenerativo-distrófico son secundarias, pero agravan la enfermedad subyacente y empeoran el pronóstico.

La artrosis de la articulación del tobillo es una enfermedad multifactorial. Como regla general, se desarrolla bajo la influencia de varias causas a la vez. Hay excepciones, pero son raras. Además, la cantidad de factores afecta la gravedad de la enfermedad y la tasa de progresión del proceso patológico.

El desarrollo del proceso patológico es gradual. En la etapa inicial, se altera la circulación sanguínea local y la distribución de la carga dinámica en el pie. Poco a poco se añaden procesos destructivos en el cartílago. Comienza una inflamación lenta. Se produce degeneración de otras estructuras del tobillo: cápsula, ligamentos, huesos, etc. Cuanto más avanzada está la enfermedad, más difícil es el tratamiento. Requiere más esfuerzo y tiempo.

Factores de mayor riesgo de desarrollar artrosis.

La destrucción distrófica de los tejidos de la articulación del tobillo se produce no solo como resultado de la influencia de causas inmediatas. La gravedad, la probabilidad de la enfermedad y la naturaleza de su curso se ven afectadas por factores de riesgo. Completan el cuadro de la violación. Entre ellos:

  • hábito de usar tacones;
  • la naturaleza físicamente difícil del trabajo (incluidas profesiones con riesgos no evidentes: los profesores y los cocineros también se enferman);
  • lesiones previas en la articulación del tobillo (hay casos en los que el trastorno se manifestó años después de la lesión);
  • antecedentes de enfermedades endocrinas (los trastornos hormonales crean riesgos adicionales);
  • antecedentes de enfermedades musculoesqueléticas;
  • mayores de 40 años (aunque la enfermedad también se presenta en personas más jóvenes);
  • aumento de peso corporal;
  • género (las mujeres sufren más a menudo que los hombres).

La artrosis de la articulación del tobillo es una enfermedad que se desarrolla lentamente y los síntomas no se manifiestan de inmediato. Por tanto, es difícil valorar qué factores y causas de riesgo provocan el proceso patológico. Es necesario recopilar una historia clínica completa.

Clasificación y tipos de daños a la articulación del tobillo.

clasificación de la artrosis de tobillo

La patología se clasifica según dos bases.

El primer criterio es el origen del proceso patológico. Destacar:

  • forma postraumática del trastorno (se desarrolla después de lesiones en la articulación del tobillo u otras estructuras del sistema musculoesquelético);
  • artrosis deformante de la articulación del tobillo: consecuencia de trastornos metabólicos o lesiones, acompañada de una deformación lenta pero constante de la articulación;
  • La artrosis metabólica se desarrolla en el contexto de diabetes, trastornos hormonales o gota (trastornos del metabolismo de las purinas).

La segunda base de clasificación se basa en la estadificación del proceso patológico. En su desarrollo, la artrosis de la articulación del tobillo pasa por las siguientes etapas:

  • inicial o temprano;
  • progresivo;
  • artrosis avanzada.

En la primera etapa no existe un cuadro clínico como tal o aparece tras una actividad física intensa. El proceso patológico se detecta sólo con la ayuda de métodos de diagnóstico especiales.

La fase progresiva del trastorno va acompañada de una intensificación de la clínica. Los síntomas aparecen después de una actividad física leve. La tolerancia a la carga disminuye. Hay un síndrome de dolor constante, así como una movilidad limitada de la pierna en la articulación del tobillo.

La fase final del proceso patológico se acompaña de dolor intenso, así como de otros síntomas en estado de completo reposo. Tanto las funciones motoras como las de apoyo se ven afectadas. A menudo una persona queda discapacitada. Se requiere un tratamiento quirúrgico complejo, incluida la endoprótesis.

¡Importante!

La estadificación juega el papel más importante a la hora de determinar las tácticas de tratamiento y predecir el curso y el resultado de la enfermedad. El trastorno se trata mejor en una etapa temprana. Cuanto más avanzada esté la patología, más difícil y más lenta será la corrección.

Síntomas del trastorno

síntomas de artrosis de tobillo

El cuadro clínico depende de la forma y etapa del proceso patológico. Las manifestaciones típicas son:

  • dolor;
  • fatiga;
  • intolerancia al ejercicio;
  • hinchazón;
  • trastornos de la función de soporte de la pierna;
  • debilidad muscular.

El dolor en la pierna se observa inicialmente sólo después de una intensa actividad física. Entonces un poco de actividad es suficiente. En la etapa avanzada del proceso patológico, el dolor siempre está presente, independientemente de la carga.

La fatiga se observa desde la primera etapa del trastorno. La sensación de debilidad muscular y aumento de la fatiga progresa junto con la enfermedad. Los signos indican un mayor desarrollo del trastorno.

La tolerancia al ejercicio también disminuye gradualmente. En una etapa pronunciada del trastorno, una persona no puede subir al segundo o tercer piso. Tenemos que hacer paradas.

La hinchazón es una señal que siempre está presente. La pierna a la altura del tobillo parece hinchada y agrandada. Esta es una manifestación inespecífica.

El dolor inicial es típico. Después de una estancia prolongada en un lugar, se desarrolla una rigidez severa de la articulación. Los primeros movimientos provocan muchas molestias. El dolor y el malestar desaparecen gradualmente a medida que la persona continúa moviéndose.

El cuadro clínico depende del grado de artrosis de la articulación del tobillo. Desempeña un papel importante en la determinación del estadio y la gravedad del proceso patológico. El médico sistematiza los síntomas mediante un proceso de interrogatorio oral y anamnesis.

La enfermedad se caracteriza por un curso crónico. Durante los períodos de exacerbación, los signos de artrosis de la articulación del tobillo aparecen con mayor claridad. En la fase crónica, la remisión es sólo parcial. La clínica no es tan brillante, pero los síntomas no desaparecen por completo. Luego se produce una nueva exacerbación de la artrosis de la articulación del tobillo y las manifestaciones vuelven a intensificarse. Y así sucesivamente en círculo hasta realizar un tratamiento de calidad.

Complicaciones de la artrosis de tobillo.

complicaciones de la artrosis de tobillo

Las complicaciones del proceso patológico se relacionan con el mantenimiento de la capacidad de trabajo y la capacidad de cuidar de uno mismo.

Los pacientes experimentan deformidades en el tobillo. El proceso patológico finaliza con la formación de contracturas, zonas de inmovilidad primaria o completa de la extremidad en el tobillo. La situación sólo puede corregirse quirúrgicamente.

En el momento de la exacerbación, es típico el desarrollo de sinovitis e inflamación de la bolsa sinovial. Esta condición dura varias semanas y durante su curso agudo elimina por completo la capacidad de trabajar y moverse.

El resultado final del proceso patológico es una disminución y luego una pérdida completa de la función de soporte de la pierna, la persona no puede moverse normalmente. Tienes que usar muletas. Hay una pérdida total de la capacidad para trabajar y, en algunos casos, de la capacidad para cuidarse a sí mismo. En etapas avanzadas de la artrosis de tobillo, los pacientes quedan discapacitados.

Diagnóstico de la enfermedad.

diagnóstico de artrosis

El diagnóstico de daño a las estructuras articulares y al tejido cartilaginoso se realiza bajo la supervisión de un traumatólogo ortopédico. Los exámenes son típicos. No es difícil identificar el proceso patológico, así como el grado de gravedad. Entre las técnicas:

  • interrogatorio oral del paciente para comprender mejor la naturaleza de los síntomas y problemas de salud;
  • recopilar anamnesis, que le permite determinar el origen probable de una condición patológica;
  • palpación: la artrosis está indicada por deformación, hinchazón, dolor durante los movimientos pasivos;
  • Radiografía de tobillo: un examen de rutina que proporciona información suficiente para realizar un diagnóstico y determinar su gravedad, se considera el examen de referencia;
  • Resonancia magnética si los datos radiográficos son insuficientes.

Se pueden realizar otros estudios. Por ejemplo, la tomografía computarizada (la artrosis afecta no solo a los cartílagos, sino también a los huesos; la TC permite una visualización detallada y precisa de la naturaleza de los trastornos).

¡Nota!

La artrosis no tiene manifestaciones específicas, especialmente en una etapa temprana. Por lo tanto, por su cuenta, sin conocimientos suficientes, no será posible distinguir los procesos patológicos entre sí. Se requieren diagnósticos instrumentales especiales.

Las técnicas de diagnóstico de laboratorio aportan pocos datos. Sólo son informativos en términos de identificar el proceso inflamatorio y ayudan en el diagnóstico de algunas formas de artrosis (origen metabólico, naturaleza reumatoide).

Métodos de tratamiento

métodos para tratar la artrosis de tobillo

El tratamiento de la artrosis de la articulación del tobillo se lleva a cabo mediante técnicas conservadoras y quirúrgicas. Se pueden lograr los mejores resultados si recurre a una corrección compleja.

La terapia conservadora incluye el uso de medicamentos, terapia de ejercicios y fisioterapia con masajes. Se utilizan los siguientes medicamentos:

  • antiinflamatorio local;
  • medicamentos antiinflamatorios generales (en forma de tabletas o soluciones inyectables);
  • condroprotectores;
  • Ácido nicotínico y otros medios para mejorar los procesos metabólicos.

La terapia con ejercicios y la fisioterapia, junto con el masaje, tienen como objetivo la recuperación una vez eliminada la afección aguda. Estos métodos son importantes durante el período de remisión. Si la enfermedad se presenta en forma aguda con síntomas clínicos pronunciados, los métodos se posponen.

Se requiere tratamiento quirúrgico en caso de deformidades y desviaciones persistentes en la anatomía de la articulación. Es posible la cirugía plástica articular o endoprótesis, el reemplazo de articulaciones con un análogo artificial. Este es un método de corrección de alta tecnología.

Previsiones

pronóstico después de la atrosis

El pronóstico depende del momento del tratamiento, del estado de salud, de la causa de la artrosis, así como del grado de desarrollo del trastorno. Cuanto más avanzada está la enfermedad, más complicada es la situación. Si el tratamiento se inicia temprano, las perspectivas de curación y recuperación total son buenas. En otros casos, se requiere cirugía y un largo período de rehabilitación.

Prevención del trastorno

prevención de la artrosis de tobillo

La prevención de la artrosis de tobillo incluye:

  • usar zapatos cómodos;
  • tratamiento oportuno de enfermedades musculoesqueléticas;
  • control razonable del bienestar;
  • control del peso corporal;
  • evitar lesiones;
  • control de carga.

La prevención puede reducir el riesgo de artrosis de tobillo entre 2 y 3 veces. La probabilidad de un proceso patológico será mínima.