La osteocondrosis es una lesión degenerativa-distrófica de la columna vertebral, que conduce a la destrucción de los discos intervertebrales con las correspondientes consecuencias. La osteocondrosis "infecta" toda la columna, pero los síntomas de la enfermedad son más pronunciados cuando se ven afectadas la región cervical, como la más móvil, y la región lumbar. La región torácica es la que menos sufre.
Los signos de la osteocondrosis del cuello son muy diversos y a menudo se parecen a otras enfermedades, lo que dificulta el diagnóstico diferencial y el reconocimiento precoz de la patología. En este artículo veremos en detalle cómo se manifiesta la osteocondrosis de la columna cervical y qué le ayudará a sospechar esta enfermedad.
Grados de osteocondrosis.
La osteocondrosis es una enfermedad crónica progresiva que cursa con períodos de remisiones y exacerbaciones. Los síntomas clínicos pronunciados no aparecen inmediatamente, sino después de un tiempo, cuando el proceso degenerativo entra en la segunda o incluso tercera etapa.
Solo existen 4 grados de patología:
- La etapa inicial se caracteriza por cambios patológicos dentro del disco intervertebral. Pierde humedad, lo que provoca cambios degenerativos, disminución de la altura del disco y agrietamiento de la cápsula fibrosa. Como regla general, en esta etapa no hay señales. El diagnóstico sólo es posible mediante una resonancia magnética de la columna. Esta es la etapa más favorable para iniciar el tratamiento, ya que en este caso es posible restaurar completamente los discos dañados, lo que no se podrá hacer en el futuro.
- La osteocondrosis de segundo grado se caracteriza por un empeoramiento del daño a los discos intervertebrales. Su altura disminuye significativamente, lo que provoca la flacidez de los músculos y ligamentos de la columna. Todo esto provoca inestabilidad del segmento dañado de la columna vertebral, aumento de la movilidad de las vértebras, su desplazamiento y deslizamiento entre sí y con el eje espinal. Como regla general, es en esta etapa cuando aparecen los primeros signos de la enfermedad en forma de dolor y otros signos específicos de las lesiones de la columna cervical.
- En la tercera etapa, se desarrollan protuberancias y hernias de los discos intervertebrales. Los síntomas de la enfermedad se expresan plenamente.
- La cuarta etapa es la última. En este caso, se produce la formación de osteofitos y deformidades de la columna. El cuerpo intenta de alguna manera estabilizar el segmento dañado de la columna, por lo que se desarrollan osteofitos, osificación de ligamentos y otros procesos que conducen a la estabilización de las vértebras, pero, lamentablemente, este proceso va acompañado de subluxaciones vertebrales y diversos tipos y grados de deformidades de la columna.
La naturaleza de los síntomas de la osteocondrosis cervical.
Las manifestaciones de osteocondrosis en la columna cervical están asociadas con 3 mecanismos del impacto negativo de esta patología:
- Compresión directa de la médula espinal, que discurre por el canal de la columna vertebral. Cabe señalar que esto ocurre muy raramente con un proceso degenerativo avanzado y sus complicaciones. La compresión del tejido nervioso de la médula espinal puede ser causada por una gran hernia intervertebral, que sobresale directamente hacia la luz del canal espinal; estenosis (estrechamiento) del canal de la médula espinal debido a cambios degenerativos; Dislocaciones, subluxaciones, fracturas de vértebras dañadas.
- Efecto negativo sobre las estructuras del sistema nervioso periférico (raíces de la médula espinal y fibras nerviosas) que salen de la columna cervical. Pueden comprimirse entre vértebras adyacentes o protuberancias herniarias y pueden inflamarse e irritarse. Todo esto conduce a una serie de síntomas graves. Este es el grupo más común de signos de osteocondrosis cervical.
- Efecto negativo sobre los vasos sanguíneos que pasan cerca de la zona dañada de la columna. En particular, un vaso arterial muy importante es de importancia clínica: la arteria vertebral, que pasa a través de las aberturas de las apófisis transversales de las vértebras cervicales hacia la cavidad craneal y suministra sangre al tercio posterior del cerebro y al cerebelo.
Consideremos en detalle cada grupo de mecanismos y qué síntomas causan.
Síntomas asociados con la lesión de la médula espinal
Como ya se mencionó, la compresión de la médula espinal con osteocondrosis cervical es muy rara. Esta es una condición muy grave que puede costarle a una persona no solo su salud, sino también su vida.
El daño a la columna cervical superior pone en peligro la vida. Los centros cardiovascular y respiratorio sufren, lo que conduce a la muerte inmediata. Con la compresión a nivel del segmento 3-4 de la médula espinal, se desarrolla tetraplejía (parálisis de todas las extremidades y músculos debajo de la lesión). Los músculos respiratorios y el diafragma también sufren, lo que puede provocar un paro respiratorio y la muerte.
Si se produce daño a nivel del segmento 4-5 de la médula espinal, se desarrolla tetraplejía, pero sin insuficiencia respiratoria. Cuando se comprimen entre 5 y 8 segmentos de la médula espinal, varios grupos de músculos de las extremidades superiores sufren y se produce paraparesia de las piernas y alteración de los órganos pélvicos.
Síntomas asociados con daño a los nervios.
síndrome de dolor
En primer lugar, cabe destacar el síndrome de dolor, que puede ser crónico (cervicalgia) y agudo en forma de lumbago (cervicalgia). El dolor se produce en el cuello, la parte occipital de la cabeza y la cintura escapular. Suele ser causada por irritación, compresión e inflamación de las raíces nerviosas de la columna cervical, así como por espasmos patológicos de los músculos de esta zona, que están inervados por estos nervios.
El dolor asociado con la cervicalgia es casi constante, doloroso y varía en intensidad. Como regla general, el síndrome de dolor puede ser tolerado. Aparece o se intensifica con movimientos bruscos, giros e inclinaciones de la cabeza. Los movimientos del cuello van acompañados de un característico crujido.
El dolor cervical ocurre repentinamente en forma de un disparo o una descarga eléctrica. Es muy intenso, se va a una de las manos. Dura unos segundos o minutos, luego da paso a la cervicalgia. Suele ser causada por un movimiento brusco y compresión del nervio.
Síndromes radiculares
Todos los nervios principales de la extremidad superior (mediano, cubital y braquial) se forman a partir de fibras nerviosas que emergen de la columna cervical. Por tanto, en presencia de osteocondrosis cervicobraquial, estas estructuras nerviosas pueden sufrir. Todos estos nervios son mixtos, es decir, tienen funciones tanto sensoriales como motoras. Dependiendo de qué raíz esté afectada, los síntomas serán diferentes. Por ejemplo, se puede perder la sensibilidad del segundo o tercer dedo y puede producirse parálisis de uno o más músculos. Todos estos signos de daño a los nervios se clasifican en síndromes separados, que sólo un neurólogo puede determinar.
neuralgia occipital
La neuralgia occipital se desarrolla cuando se dañan los nervios occipitales mayor y menor, que están formados por el segundo, tercer y cuarto par de nervios espinales cervicales. Cuando estas estructuras se comprimen, irritan o inflaman debido a un proceso degenerativo en la columna, se produce un dolor de cabeza en la parte posterior de la cabeza, del que las mujeres suelen quejarse.
Este dolor es tan típico que sólo su descripción permite realizar un diagnóstico correcto en el 90% de los casos. También se le llama cranealgia punzante. Un ataque de dolor ocurre repentinamente, tiene una localización unilateral (rara vez duele en ambos lados), los pacientes comparan la naturaleza del dolor con una descarga eléctrica. El ataque dura varios minutos, pero puede repetirse varias veces al día. El dolor ocurre en la superficie posterolateral del cuello y se extiende hacia arriba hasta la protuberancia occipital (repite el curso anatómico del nervio occipital). Al mismo tiempo, puede desarrollarse un trastorno de sensibilidad en la piel de la parte posterior de la cabeza (entumecimiento, sensación de hormigueo).
síndrome cardíaco
Este nombre se debe a que esta manifestación de osteocondrosis de la columna cervical es muy similar a la angina de pecho y otras enfermedades del corazón. La razón de este fenómeno es el daño a la fibra nerviosa que inerva el músculo pectoral mayor y el nervio frénico, cuyas fibras están entretejidas en el pericardio del corazón.
La causa del dolor es el espasmo del músculo pectoral mayor debido a impulsos patológicos a lo largo de la fibra nerviosa dañada. Al mismo tiempo, los pacientes suelen confundir ese dolor con dolor de corazón. A diferencia del dolor coronario, el síndrome de dolor con osteocondrosis cervical tiene una duración prolongada (a veces varias horas o días), lo que no ocurre con la angina de pecho, no está asociado con la actividad física, pero sí está relacionado con la posición del cuerpo. El dolor se intensifica con movimientos bruscos, girar la cabeza, toser, estornudar, lo que no ocurre con la angina de pecho. Los fármacos antianginosos (nitroglicerina, etc. ) no serán eficaces.
¡Importante! En cualquier caso, estos síntomas requieren un diagnóstico diferencial exhaustivo, porque también se producen variantes atípicas de angina y ataque cardíaco. Para no pasar por alto una enfermedad grave, primero debe realizar un ECG. Con la osteocondrosis, no se registrarán cambios patológicos.
Síntomas asociados con la lesión de la arteria vertebral.
La compresión de la arteria vertebral durante la osteocondrosis cervical puede provocar una gran cantidad de manifestaciones desagradables, que se asocian principalmente con una disminución del flujo sanguíneo e hipoxia de la parte del cerebro que se alimenta de este vaso (el tercio posterior del cerebro y el cerebelo).
Signos del síndrome de la arteria vertebral:
- dolor de cabeza de naturaleza difusa o pulsátil en la nuca, sienes y región parietal;
- mareo;
- náuseas y vómitos;
- alteraciones visuales;
- zumbidos en los oídos, disminución de la agudeza auditiva;
- coordinación y equilibrio deteriorados;
- desarrollo de ataques de caída (caídas repentinas sin pérdida del conocimiento debido a giros bruscos de la cabeza);
- deterioro de la memoria, disminución del rendimiento, capacidad de concentración.
¡Importante recordar! Con cambios pronunciados en la columna, la arteria se puede comprimir tanto que conducirá al desarrollo de un accidente cerebrovascular isquémico en la región vertebrobasilar del cerebro. Por tanto, es importante sospechar patología a tiempo y tomar todas las medidas necesarias para mejorar la salud de la columna y prevenir mayores cambios patológicos.
Preguntas más frecuentes
¿Qué síntomas acompañan a la osteocondrosis cervical?
Los síntomas de la osteocondrosis cervical pueden incluir dolor y rigidez en el cuello, dolores de cabeza, mareos, tinnitus y hormigueo o entumecimiento en brazos y hombros.
¿Cómo se pueden aliviar los síntomas de la osteocondrosis cervical?
Para aliviar los síntomas de la osteocondrosis cervical, se recomienda realizar ejercicio físico, mantener una postura correcta, evitar estar sentado durante mucho tiempo en una posición, utilizar almohadas y colchones especiales y también utilizar métodos de fisioterapia.
Consejos útiles
Consejo #1
Preste atención al dolor en el cuello, hombros y brazos, que pueden ser síntomas de osteocondrosis cervical. El dolor puede ser agudo, sordo o localizado en determinados puntos.
Consejo #2
Preste atención al entumecimiento o debilidad en los brazos, los dedos o los hombros, ya que esto también puede deberse a una osteocondrosis cervical.
Consejo #3
Preste atención a los dolores de cabeza, mareos y tinnitus, ya que estos síntomas también pueden estar asociados con la osteocondrosis cervical.